BNB 1.10 - Sàbado 01/10/2005
Arrancamos con el monòlogo, volvimos a tener a Tool de fondo, con la voz de Rafa habituada a ese telòn.
“Lo que te quiero decir es que las cosas no tienen por qué ser como son. Tan simple como eso. Que dos más dos no siempre da cuatro. Lo que pasa es que hasta ahora nadie refutó esa teoría, pero eso no significa que algún día, por ahí... Julio Cortázar, por ejemplo. Julio Cortázar le buscaba la vuelta por el lado del juego, por el lado de la risa y del azar y de la música. ¿A qué le buscaba la vuelta? A la vida, a esa cosa pegajosa y difusa que llaman realidad. Horacio, el personaje de Rayuela, vagaba guiándose más por una búsqueda instintiva que intentaba no racionalizar demasiado. Con su amor, la Maga, se desencontraban a propósito por las calles de París, y si llegaban a encontrarse, era porque algo más allá de ellos los había guiado. Ella no regresaba a casa si antes no hallaba algunos piolines rojos para protejerla de la envidia o de su propia conciencia. Y el título del libro, Rayuela, habla de eso. Nuestra existencia no sería más que una serie de líneas de tiza mas o menos geométricas en cualquier suelo: la piedrita a veces cae demasiado lejos, a veces afuera. Y llegar al cielo es lo más difícil. Pero muchos otros autores y músicos y artistas y personas comunes de toda clase se mueven así por la vida. Caen donde pueden y se quedan ahí. O tiran de nuevo en la mitad del camino. O se juegan y dejan todo atrás. A veces la clave para una nueva canción, para un nuevo amor, para un nuevo sueño que querés y podés cumplir, es intentar esas notas que parecen ridículas, las que nadie más quiere tocar. Las que los demás desprecian y tu estómago te dice que son las correctas. Esas. Nadar contra la corriente, reírse de la seriedad, pegar un buen grito en el medio del museo del olvido. Volverse un poco loco, sí. O qué? ¿Vas a seguir al rebaño?, si vos sabés bien que donde termina la cerca está el matadero. ¿Vas a comer lo mismo que 5 millones de moscas? ¿O vas a practicar tu vuelo otro rato, más allá de los acantilados? Claro, pero vos me decís que para dónde disparar, si no hay plata ¿Qué vas a inventar, si ya está todo hecho? Bueno, no. No está todo hecho. Sí, los contenidos son similares, pero la forma, la forma es la clave. Como plastilina, como barro, como palabras, como pinceladas. Se trata de leer el diario que quieras, y de descubrir los dibujitos entre las líneas del peor discurso, prendé la tele si querés, pero observá entre pixeles. Tu vida, tus amigos, tu mundo te está diciendo todo el tiempo lo que tenés que hacer. No hay uno sólo que no esté esperando que los sorprendas, y eso te incluye. Los signos están por todas partes. Ya sabemos bien quienes son los que bombardean y roban y matan le dan de comer al cerdo. Sabemos bien que no hay porqué ser como ellos. Y por ahí, sí, por ahí estamos perdidos en el desierto y no tenemos ni idea de cómo vinimos a parar a esta ciudad, a esta guerra que nos quiere comer crudos, ni cómo arreglar semejante desastre. Tenemos los ojos nublados, pero no estamos ciegos, tenemos hambre, pero no comemos vidrio. Y sabemos a donde vamos. Vamos en busca de una noche, de un fuego, de un nuevo sonido, de una ciudad, la nuestra. BNB”
Y ahì arrancamos la dècima emisiòn con todo, con un temazo de Morrisey, de su ùltimo disco llamado “You are the quarry”, el tema que nos presentò fue: "How could you possibly think that you know how I fell?"
Y arrancamos con Pixies de fondo:
“10ma emisión de BNB por la 99.5 Radiopalermo. Lo hacemos Luciano Altman en producción e investigación Roy en produccion general, Victor Strawich en los teléfonos, Natalia Liuberoff en la operación técnica. Mi nombre es Rafael y te cuento que también podés escucharnos online por el triple W.radiopalermo.com.ar. Para comunicarte con la produccion de Buenas Noches Bagdad podés llamar al 4899-1647 o mandar un mail a buenasnochesbagdad @ radiopalermo.com.ar. La consigna es que elijas con qué tema nos vamos al final del programa.
Esta semana fueron “The bitter end” de Placebo, “This is love” de PJ Harvey y “Parallel Universe” de Red Hot Chili Peppers; y te los fuimos picando para que puedas votar.
Nuevamente, la prmotora de teatro DucheZarate estuvo regalando entradas a los oyentes para diferentes obras de teatro (Esta semana fueron “Desde el Jardín” y “Orégano”
Entonces llego nuestro bloque internacional, y etsa vez, recordando los 10 años de la unificación, decidimos hacer nuestro informe sobre Alemania.
“Goethe y su Fausto. Kafka y su Gregorio Samsa. Marx y su Das Capital. Alemania, el Rhin, la cerveza, los grandes escritores y un funcionamiento mecánico. Tan mecánico como acelerado. Tan acelerado como constante. Tan constante como un reloj. Los relojes son suizos, o eso nos hicieron creer. Pero la mezcla de un reloj suizo, un señorito inglès, un poco de amor francès y la fortaleza italiana probablemente crearìa un cocoliche que apenas timidamente podría acercarse a la descripción de un alemán. Capaces de hablarnos del Surgimiento del Capitalismo como de desatarse una vez por año en el Oktoberfest o de irse a una segunda guerra mundial por derivados (oscuros y tristes derivados) de un orgullo prusiano roto años antes.
Te hemos hablado mil veces de la identidad, muchísimas veces describiéndote paìses, culturas, pueblos. Alemania, sin embargo, es un caso aparte. Su identidad se ha construido en diferentes carriles, a diferentes velocidades, con distintos destinos y otros tantos maratonistas. Fueron los Bárbaros que hicieron caer a Roma. Fueron luego el Sacro Imperio Romano Germánico. Fueron el Imperio Austro Húngaro. Fueron Prusia, Fueron Repùblica de Weimar. Y Fueron, después de reconstruirse tras la derrota en la primera guerra, el III Reich. Y de esa edad oscura, otra vez a reconstruirse, esta vez por un camino bifurcado. Y de repente en Alemania, además de cerveza y escritores, habìa un muro. Un muro que separaba a dos sociedades. Un muro que no permitìa una tercera posición. Un Muro a trepar, un muro a saltar, un muro a derribar. De repente, después de haberse denominado de tantas maneras diferentes, hubo una moraleja. Y hubieron dos nombres, y dos paìses: Alemania Federal y Alemania Democrática.
Y entonces pasaron como 45 años y se dieron cuenta que ese muro no existìa. Que sì, que el material era concreto, macizo, pero les habìa sido impuesto. Y, como tantas otras veces, como tantas otras posguerras (en este caso, una guerra tan fría que habìa helado hasta la sangre de tanta gente, de tantos alemanes), empezaron a tirar para el mismo lado. Y otra vez, sacaron fuerzas de donde no las hubo. Y otra vez, potencia mundial. Y Otra vez las fàbricas desarrollaron tecnología de punta. Y otra vez, Alemania encabezando la movida de la Unión Europea. Y otra vez las discos se llenaron de música. Y esa vez, la gente volvió a cantar. Cantaron juntos, derribaron el muro. Y armaron recitales y bebieron y festejaron.
Uno de esos recitales quedò grabado en vivo. Una banda que se caracterizò, justamente, por promover la unión de ambas Alemanias.
Una banda que se caracterizò por derribar las fronteras, ya no solo entre ellos, sino para traspasar al mundo no alemán, y no solo tirar abajo ese muro, sino tambièn el de las falsas ideologías, el de los alemanes rìgidos y exclusivamente nazis. Y parte de ese recital, lo vas a escuchar. Esto es BNB y estos alemanes que suenan son Die Toten Hosen, con su tema Was zählt.
Y sonaron los Hosen.
Luego Radiohead nos dio pie y arrancamos con el bloque nacional. Y como a nosotros nos gusta andar lo más lejos de la tierra que se pueda... Esto es Argentina, buenos aires, palermo. Esto es BNB y lo que estás escuchando es a Catupecu Machu "Y lo que quiero es que pises sin el suelo".
Y entonces, en la segunda mitad del programa, llego el bloque de cine. Esta vez Batman, con cortinas de las películas sonando de fondo. Esta vez, con nuestro crìtico de cine dando vueltas por Europa, cine estuvo a cargo del otro productor, Luciano Altman.
“Y en el programa de hoy voy a hablar de todo un objeto de culto, todo un símbolo, con muchos seguidores y muchos críticos, que tiene mucha, mucha tela, o por ahi deberia decir, mucho cuero negro para cortar. Vamos a hablar de Batman. No del pérsonaje del cómic, eso da para otro extenso informe, sinó de las cinco entregas de Batman que el cine nos ha dado hasta el momento.
Batman 1: estrenada con bombos y platillos y hasta hoy en día considerada por muchos la mejor de todas. Y digámoslo de una vez: se jugaron, los productores. Se jugaron para elegir al sombrío y aún no tan reconocido Tim Burton para dirigirla. A su vez, Tim Burton se jugó y lo metió a Michael Keaton para representar al personaje principal, que se tuvo que bancar que los fanáticos del encapotado lo tildaran de fofo, de enano, de todo menos de lindo, bah. Y también se jugaron al darle la banda sonora a Prince, que venía muy en baja.
No era fácil, recordemos que el hombre muerciélago venía de la pésima, larga y ridícula versión televisiva. Pero la peli fue una bomba. Un éxito de crítica y de público. Michael Keaton hacía un Bruce Wayne creíble, oscuro y correctamente torturado por la muerte de sus millonarios padres. Y cuando se ponía el traje, mejor aún. Karateca, atlético, humano, cool, con buenas entradas y buenas salidas de escena. Se la levanta a Kim Bassinger, que fue la necesaria cuota de luz en la película, y entre los dos tienen varias escenas recordables. Ciudad Gótica era una especie de Nueva York industrial, con mucho vapor y mucho hierro y mucho callejón sin salida y por sus calles... Por sus calles capítulo aparte para el batimóvil. ¡El batimóvil! Qué batimóvil se mandaron. Turbina, alerones, ametralladora, escudos, un verdadero espectáculo en sí mismo. Y lo mejor de esta primera Batman fue, por supuesto, el Guasón de Jack Nicholson. El gran Jack nos regaló el mejor villano de la historia del cine, así de simple. Un guasón totalmente desquiciado, divertidísimo, malvado, romántico, un personaje de esos que tiran frases que se quedan para siempre en la memoria colectiva. Y no las cito acá porque son demasiadas y las dice mejor él que yo, y seguro que ustedes las recuerdan. Y la frutilla, ya que estamos, fue la música de Prince. Hoy en día, Prince no sabrá ni cómo hacerse llamar, pero no debe pasar un día en que no le agradezca a Batman por el enorme éxito que le significó.
Y entonces llegó Batman Returns. De nuevo llamaron a Tim Burton y de nuevo a Michael Keaton pero esta vez, parece que nadie lo controló al bueno de Tim, que habìa estado enfermo durante gran parte del rodaje de la anterior. Y el director peló mucho de lo que es su arsenal de personajes e imaginación. Si Batman 1 era sombría, Batman Returns fue oscurísima. Para empezar, Ciudad Gótica invernal. Donde antes había algunos caños donde buscar algo de calor, ahora hay charcos helados; donde antes había gente en las calles, ahora son fantasmas huidízos y alienados. Bruce Wayne está mas sólo que nunca y apenas se despierta cuando la batiseñal lo encandila. Y sale, y faja a cuanto loco se le cruza. Y entre esos locos está el deforme fenómeno de circo que es el Pingüino, interpretado por Danny De Vito. Qué también es un psicótico, pero nada divertido, más bien cruel, tirando a espantoso. Que se candidatea para alcalde y... ¡parece que puede llegar a ganar! Ese es todo un signo de lo que Batman Returns dice del mundo. Por ahí anda tambièn Cristopher Walken, perfecto como siempre, haciendo de un empresario que banca al Pinguino y cuyo comportamiento desecandena en el despertar de... ¿de quién Rafa? De Gatúbela. De la mejor Gatúbela. Sí, okey. La Gatúbela que mucho después hizo Halle Berry estaba para matarla. Pero la mejor, por lejos fue Michelle Pfeiffer. Que también es lo mejor de Batman Returns. Una Gatúbela sacada, juguetona, con látigo y mucho mucho cuero ceñido a sus curvas. Una gatùbela que anda al filo entre el bien y el mal, que lo ratonea al desagradable Pinguino y se agarra a los arañazos con Batman y le gana y le lame la cara. Y que se da el lujo de casi perder las 9 vidas que tiene, una tras otra, como si todo le importara un rábano. Y que al final lo deja a Batman ahí, sentado en su limusina, con Alfred, mirando como sin entender hacia arriba, hacia los techos, hacia los gatos que se escurren en la oscuridad y el frío.
Batman Forever. Chau Tim Burton, chau Michael Keaton. Llamaron al director Joel Schumacher y a Val Kilmer. Y bueno, en fin. Nuevo batimóvil, zafa. Nicole Kidman haciendo de psicóloga calentona, está buena, zafa. Val Kilmer, mmm.... nos gustaba Val Kilmer en Top Secret. O en Top Gun. Val, seguí haciendo pelis que empiecen con Top. Pero bueno, zafa, pese a que el batitraje tiene pezones y raya en el trasero y encima se toman el trabajo de mostrarlo. Y entra Robin, que es medio malito y pesado pero bueno, qué le vamos a hacer, zafa. Tuvieron que llamar a Tommy Lee Jones para que haga de 2 Faces y a Jim Carrey para el papel de El Acertijo para que uno se enganchara un poco más. Y están bien, hay que reconocerlo, los dos. Jim Carrey es casi gracioso y Tommy Lee Jones está fantástico. Pero hasta ahí nomás. Ciudad Gótica era un colorinche horripilante y la cosa venía mal para el enmascarado en el cine.
¿Las cosas andaban mal, dije? Bueno, pero siempre pueden estar peor. Créanlo, o vean, o revean. Bueno, mejor no, no la vean ni la revean. Pero existe, y se llama Batman y Robin. La cuarta entrega. ¡De nuevo Joel Schummacher! ¿Por qué? ¿No vieron la anterior? Y Val Kilmer tuvo decencia (o vergüenza) y se bajó y entonces le encargaron el papel a... Mirá, si odiás por algún motivo a George Clooney y un día te lo cruzás y querés ofenderlo... decíle Batman. El sabe bien lo que es dar lástima por mucha mucha plata. Y ahí están Arnold Schwarzenegger y Alicia Silverstone y de nuevo Cris ODonnell haciendo de un insoportable Robin. Y la película es pésima. Apenas Uma Thruman zafa. Pero el resto es horrible.
Y entonces... cuando ya parecía que Batman estaba acabado en el cine... estrenaron Batman Inicia.
Y resulta que Batman Inicia es excelente. Esta vez se basaron en el guión original del cómic Batman Año Uno, le asignaron la dirección a Cristopher "Memento" Nolan - que de hecho lo quería llamar a Guy Pierce para hacer al hombre murciélago- y el tipo hizo las cosas muy, muy bien. La única falla que se le nota es Katie Holmes y su insufrible mueca, que es muy bonita pero empezaba a andar con Tom Cruise y se vé que tenía la cabeza en otro lado. El resto es para aplaudir de pie. Michael Caine haciendo del mayordomo Alfred, Gary Oldman, el siempre disfrutable Morgan Freeman, la reaparición después de mucho tiempo de Rutger Hauer, son todos aciertos. También la elección de Cillian Murphy (que habìa audicionado para hacer de Batman) para el espantapájaros y Liam Neeson, que cuanto más viejo mejor actúa, interpretando al mentor de este Batman que recién aprende, recién descubre sus miedos y sus debilidades. Batman Inicia es una película dura, humana y atrevida como el Bruce Wayne que interpreta maravillosamente Cristian Bale, el niño de “El imperio del Sol”. La acción es trepidante y la historia, bien argumentada. Da placer ver a Batman dando sus primeros tropiezos y golpes y apariciones por los techos de una Ciudad Gótica actualizada. Y una vez más el batimóvil es un monstruo rugiente que se lleva por delante lo que encuentre a su paso. Y como nunca, el superhéroe humano y no marciano ni picado por bichitos ni por experimentos radiactivos, Batman, se desliza por la pantalla como un fantasma, como un bicho peligroso y huidizo que siempre debió ser.
No estamos a salvo en el mundo, no. Pero por ahí, algún loco millonario cae del cielo nublado y faja a quien corresponde de una vez por todas.
Y eso es todo, por ahora. Durante este informe sonaron varias canciones de las bandas sonoras de todas las Batman. Ahora, del soundtrack de Batman Forever, en BNB escuchamos a Nick Cave... "There is a light".
Ahora Rafa nos proveyó de la traducción nuestra de cada sábado. El hablò sobre la intro del tema, y cuando terminò su breve narración, el tema empezó a sonar. Floyd, y su calidad habitual.
Pink Floyd, Coming back to life
¿Dónde estabas, cuando yo estaba quemado y roto?
Mientras los días se deslizaban, mirando desde mi ventana...
¿Y dónde estabas, cuando yo estaba herido y desesperanzado?
Porque las cosas que decís y las cosas que haces, me rodean.
Mientras vos te colgabas de las palabras de otro,
muriéndote por creer en lo que escuchabas.
Yo estaba mirando fijo, sumergido en el resplandesciente sol.
Perdido en pensamientos, y perdido en el tiempo
Mientras las semillas de la vida, y la semillas del cambio crecían
Afuera, en la lluvia, estaba oscuro y lento
Mientras yo me enredaba en este peligroso e irresistible pasatiempo
Agarré un martillo y me abrí paso a través de nuestro silencio.
Supe que el momento había llegado
para matar el pasado
Y volver a la vida.
Para el bloque de literatura, hicimos un pequeño texto de Marco Denevi, mechado con una cortinade Kusturica que iba a ritmo del texto casi premeditadamente.
Marco Denevi "La hormiga"
Un día las hormigas, pueblo progresista, inventan el vegetal artificial. Es una papilla fría y con sabor a hojalata. Pero al menos las releva de la necesidad de salir fuera de los hormigueros en procura de vegetales naturales. Así se salvan del fuego, del veneno, de las nubes insecticidas. Como el número de hormigas es una cifra que tiende constantemente a crecer, al cabo de un tiempo hay tantas hormigas bajo tierra que es preciso ampliar los hormigueros. Las galerías se expanden, se entrecruzan, terminan por confundirse en un solo Gran Hormiguero bajo la dirección de una sola Gran Hormiga. Por las dudas, las salidas al exterior son tapiadas a cal y canto. Se suceden las generaciones. Como nunca han franqueado los límites del gran hormiguero, incurren en el error de lógica de identificarlo con el Gran Universo. Pero cierta vez una hormiga se extravía por unos corredores en ruinas, distingue una luz lejana, unos destellos, se aproxima y descubre una boca de salida cuya clausura se ha desmoronado. Con el corazón palpitante, la hormiga sale a la superficie de la tierra. Ve una mañana. Ve un jardín. Ve tallos, hojas, yemas, brotes, pétalos, estambres, rocío. Ve una rosa amarilla. Todos sus instintos despiertan bruscamente. Se abalanza sobre las plantas y empieza a talar, a cortar y a comer. Se da un atracón. Después, relamiéndose, decide volver al Gran Hormiguero con la noticia. Busca a sus hermanas, trata de explicarles lo que ha visto, grita: "Arriba... luz... jardín... hojas... verde... flores..." Las demás hormigas no comprenden una sola palabra de aquel lenguaje delirante, creen que la hormiga ha enloquecido y la matan.
Y asì se nos fue la décima emisión de BNB. Rafael nos despidió a todos. Y nos fuimos con el tema ganador de la semana. PJ Harvey, “This is Love”
“Lo que te quiero decir es que las cosas no tienen por qué ser como son. Tan simple como eso. Que dos más dos no siempre da cuatro. Lo que pasa es que hasta ahora nadie refutó esa teoría, pero eso no significa que algún día, por ahí... Julio Cortázar, por ejemplo. Julio Cortázar le buscaba la vuelta por el lado del juego, por el lado de la risa y del azar y de la música. ¿A qué le buscaba la vuelta? A la vida, a esa cosa pegajosa y difusa que llaman realidad. Horacio, el personaje de Rayuela, vagaba guiándose más por una búsqueda instintiva que intentaba no racionalizar demasiado. Con su amor, la Maga, se desencontraban a propósito por las calles de París, y si llegaban a encontrarse, era porque algo más allá de ellos los había guiado. Ella no regresaba a casa si antes no hallaba algunos piolines rojos para protejerla de la envidia o de su propia conciencia. Y el título del libro, Rayuela, habla de eso. Nuestra existencia no sería más que una serie de líneas de tiza mas o menos geométricas en cualquier suelo: la piedrita a veces cae demasiado lejos, a veces afuera. Y llegar al cielo es lo más difícil. Pero muchos otros autores y músicos y artistas y personas comunes de toda clase se mueven así por la vida. Caen donde pueden y se quedan ahí. O tiran de nuevo en la mitad del camino. O se juegan y dejan todo atrás. A veces la clave para una nueva canción, para un nuevo amor, para un nuevo sueño que querés y podés cumplir, es intentar esas notas que parecen ridículas, las que nadie más quiere tocar. Las que los demás desprecian y tu estómago te dice que son las correctas. Esas. Nadar contra la corriente, reírse de la seriedad, pegar un buen grito en el medio del museo del olvido. Volverse un poco loco, sí. O qué? ¿Vas a seguir al rebaño?, si vos sabés bien que donde termina la cerca está el matadero. ¿Vas a comer lo mismo que 5 millones de moscas? ¿O vas a practicar tu vuelo otro rato, más allá de los acantilados? Claro, pero vos me decís que para dónde disparar, si no hay plata ¿Qué vas a inventar, si ya está todo hecho? Bueno, no. No está todo hecho. Sí, los contenidos son similares, pero la forma, la forma es la clave. Como plastilina, como barro, como palabras, como pinceladas. Se trata de leer el diario que quieras, y de descubrir los dibujitos entre las líneas del peor discurso, prendé la tele si querés, pero observá entre pixeles. Tu vida, tus amigos, tu mundo te está diciendo todo el tiempo lo que tenés que hacer. No hay uno sólo que no esté esperando que los sorprendas, y eso te incluye. Los signos están por todas partes. Ya sabemos bien quienes son los que bombardean y roban y matan le dan de comer al cerdo. Sabemos bien que no hay porqué ser como ellos. Y por ahí, sí, por ahí estamos perdidos en el desierto y no tenemos ni idea de cómo vinimos a parar a esta ciudad, a esta guerra que nos quiere comer crudos, ni cómo arreglar semejante desastre. Tenemos los ojos nublados, pero no estamos ciegos, tenemos hambre, pero no comemos vidrio. Y sabemos a donde vamos. Vamos en busca de una noche, de un fuego, de un nuevo sonido, de una ciudad, la nuestra. BNB”
Y ahì arrancamos la dècima emisiòn con todo, con un temazo de Morrisey, de su ùltimo disco llamado “You are the quarry”, el tema que nos presentò fue: "How could you possibly think that you know how I fell?"
Y arrancamos con Pixies de fondo:
“10ma emisión de BNB por la 99.5 Radiopalermo. Lo hacemos Luciano Altman en producción e investigación Roy en produccion general, Victor Strawich en los teléfonos, Natalia Liuberoff en la operación técnica. Mi nombre es Rafael y te cuento que también podés escucharnos online por el triple W.radiopalermo.com.ar. Para comunicarte con la produccion de Buenas Noches Bagdad podés llamar al 4899-1647 o mandar un mail a buenasnochesbagdad @ radiopalermo.com.ar. La consigna es que elijas con qué tema nos vamos al final del programa.
Esta semana fueron “The bitter end” de Placebo, “This is love” de PJ Harvey y “Parallel Universe” de Red Hot Chili Peppers; y te los fuimos picando para que puedas votar.
Nuevamente, la prmotora de teatro DucheZarate estuvo regalando entradas a los oyentes para diferentes obras de teatro (Esta semana fueron “Desde el Jardín” y “Orégano”
Entonces llego nuestro bloque internacional, y etsa vez, recordando los 10 años de la unificación, decidimos hacer nuestro informe sobre Alemania.
“Goethe y su Fausto. Kafka y su Gregorio Samsa. Marx y su Das Capital. Alemania, el Rhin, la cerveza, los grandes escritores y un funcionamiento mecánico. Tan mecánico como acelerado. Tan acelerado como constante. Tan constante como un reloj. Los relojes son suizos, o eso nos hicieron creer. Pero la mezcla de un reloj suizo, un señorito inglès, un poco de amor francès y la fortaleza italiana probablemente crearìa un cocoliche que apenas timidamente podría acercarse a la descripción de un alemán. Capaces de hablarnos del Surgimiento del Capitalismo como de desatarse una vez por año en el Oktoberfest o de irse a una segunda guerra mundial por derivados (oscuros y tristes derivados) de un orgullo prusiano roto años antes.
Te hemos hablado mil veces de la identidad, muchísimas veces describiéndote paìses, culturas, pueblos. Alemania, sin embargo, es un caso aparte. Su identidad se ha construido en diferentes carriles, a diferentes velocidades, con distintos destinos y otros tantos maratonistas. Fueron los Bárbaros que hicieron caer a Roma. Fueron luego el Sacro Imperio Romano Germánico. Fueron el Imperio Austro Húngaro. Fueron Prusia, Fueron Repùblica de Weimar. Y Fueron, después de reconstruirse tras la derrota en la primera guerra, el III Reich. Y de esa edad oscura, otra vez a reconstruirse, esta vez por un camino bifurcado. Y de repente en Alemania, además de cerveza y escritores, habìa un muro. Un muro que separaba a dos sociedades. Un muro que no permitìa una tercera posición. Un Muro a trepar, un muro a saltar, un muro a derribar. De repente, después de haberse denominado de tantas maneras diferentes, hubo una moraleja. Y hubieron dos nombres, y dos paìses: Alemania Federal y Alemania Democrática.
Y entonces pasaron como 45 años y se dieron cuenta que ese muro no existìa. Que sì, que el material era concreto, macizo, pero les habìa sido impuesto. Y, como tantas otras veces, como tantas otras posguerras (en este caso, una guerra tan fría que habìa helado hasta la sangre de tanta gente, de tantos alemanes), empezaron a tirar para el mismo lado. Y otra vez, sacaron fuerzas de donde no las hubo. Y otra vez, potencia mundial. Y Otra vez las fàbricas desarrollaron tecnología de punta. Y otra vez, Alemania encabezando la movida de la Unión Europea. Y otra vez las discos se llenaron de música. Y esa vez, la gente volvió a cantar. Cantaron juntos, derribaron el muro. Y armaron recitales y bebieron y festejaron.
Uno de esos recitales quedò grabado en vivo. Una banda que se caracterizò, justamente, por promover la unión de ambas Alemanias.
Una banda que se caracterizò por derribar las fronteras, ya no solo entre ellos, sino para traspasar al mundo no alemán, y no solo tirar abajo ese muro, sino tambièn el de las falsas ideologías, el de los alemanes rìgidos y exclusivamente nazis. Y parte de ese recital, lo vas a escuchar. Esto es BNB y estos alemanes que suenan son Die Toten Hosen, con su tema Was zählt.
Y sonaron los Hosen.
Luego Radiohead nos dio pie y arrancamos con el bloque nacional. Y como a nosotros nos gusta andar lo más lejos de la tierra que se pueda... Esto es Argentina, buenos aires, palermo. Esto es BNB y lo que estás escuchando es a Catupecu Machu "Y lo que quiero es que pises sin el suelo".
Y entonces, en la segunda mitad del programa, llego el bloque de cine. Esta vez Batman, con cortinas de las películas sonando de fondo. Esta vez, con nuestro crìtico de cine dando vueltas por Europa, cine estuvo a cargo del otro productor, Luciano Altman.
“Y en el programa de hoy voy a hablar de todo un objeto de culto, todo un símbolo, con muchos seguidores y muchos críticos, que tiene mucha, mucha tela, o por ahi deberia decir, mucho cuero negro para cortar. Vamos a hablar de Batman. No del pérsonaje del cómic, eso da para otro extenso informe, sinó de las cinco entregas de Batman que el cine nos ha dado hasta el momento.
Batman 1: estrenada con bombos y platillos y hasta hoy en día considerada por muchos la mejor de todas. Y digámoslo de una vez: se jugaron, los productores. Se jugaron para elegir al sombrío y aún no tan reconocido Tim Burton para dirigirla. A su vez, Tim Burton se jugó y lo metió a Michael Keaton para representar al personaje principal, que se tuvo que bancar que los fanáticos del encapotado lo tildaran de fofo, de enano, de todo menos de lindo, bah. Y también se jugaron al darle la banda sonora a Prince, que venía muy en baja.
No era fácil, recordemos que el hombre muerciélago venía de la pésima, larga y ridícula versión televisiva. Pero la peli fue una bomba. Un éxito de crítica y de público. Michael Keaton hacía un Bruce Wayne creíble, oscuro y correctamente torturado por la muerte de sus millonarios padres. Y cuando se ponía el traje, mejor aún. Karateca, atlético, humano, cool, con buenas entradas y buenas salidas de escena. Se la levanta a Kim Bassinger, que fue la necesaria cuota de luz en la película, y entre los dos tienen varias escenas recordables. Ciudad Gótica era una especie de Nueva York industrial, con mucho vapor y mucho hierro y mucho callejón sin salida y por sus calles... Por sus calles capítulo aparte para el batimóvil. ¡El batimóvil! Qué batimóvil se mandaron. Turbina, alerones, ametralladora, escudos, un verdadero espectáculo en sí mismo. Y lo mejor de esta primera Batman fue, por supuesto, el Guasón de Jack Nicholson. El gran Jack nos regaló el mejor villano de la historia del cine, así de simple. Un guasón totalmente desquiciado, divertidísimo, malvado, romántico, un personaje de esos que tiran frases que se quedan para siempre en la memoria colectiva. Y no las cito acá porque son demasiadas y las dice mejor él que yo, y seguro que ustedes las recuerdan. Y la frutilla, ya que estamos, fue la música de Prince. Hoy en día, Prince no sabrá ni cómo hacerse llamar, pero no debe pasar un día en que no le agradezca a Batman por el enorme éxito que le significó.
Y entonces llegó Batman Returns. De nuevo llamaron a Tim Burton y de nuevo a Michael Keaton pero esta vez, parece que nadie lo controló al bueno de Tim, que habìa estado enfermo durante gran parte del rodaje de la anterior. Y el director peló mucho de lo que es su arsenal de personajes e imaginación. Si Batman 1 era sombría, Batman Returns fue oscurísima. Para empezar, Ciudad Gótica invernal. Donde antes había algunos caños donde buscar algo de calor, ahora hay charcos helados; donde antes había gente en las calles, ahora son fantasmas huidízos y alienados. Bruce Wayne está mas sólo que nunca y apenas se despierta cuando la batiseñal lo encandila. Y sale, y faja a cuanto loco se le cruza. Y entre esos locos está el deforme fenómeno de circo que es el Pingüino, interpretado por Danny De Vito. Qué también es un psicótico, pero nada divertido, más bien cruel, tirando a espantoso. Que se candidatea para alcalde y... ¡parece que puede llegar a ganar! Ese es todo un signo de lo que Batman Returns dice del mundo. Por ahí anda tambièn Cristopher Walken, perfecto como siempre, haciendo de un empresario que banca al Pinguino y cuyo comportamiento desecandena en el despertar de... ¿de quién Rafa? De Gatúbela. De la mejor Gatúbela. Sí, okey. La Gatúbela que mucho después hizo Halle Berry estaba para matarla. Pero la mejor, por lejos fue Michelle Pfeiffer. Que también es lo mejor de Batman Returns. Una Gatúbela sacada, juguetona, con látigo y mucho mucho cuero ceñido a sus curvas. Una gatùbela que anda al filo entre el bien y el mal, que lo ratonea al desagradable Pinguino y se agarra a los arañazos con Batman y le gana y le lame la cara. Y que se da el lujo de casi perder las 9 vidas que tiene, una tras otra, como si todo le importara un rábano. Y que al final lo deja a Batman ahí, sentado en su limusina, con Alfred, mirando como sin entender hacia arriba, hacia los techos, hacia los gatos que se escurren en la oscuridad y el frío.
Batman Forever. Chau Tim Burton, chau Michael Keaton. Llamaron al director Joel Schumacher y a Val Kilmer. Y bueno, en fin. Nuevo batimóvil, zafa. Nicole Kidman haciendo de psicóloga calentona, está buena, zafa. Val Kilmer, mmm.... nos gustaba Val Kilmer en Top Secret. O en Top Gun. Val, seguí haciendo pelis que empiecen con Top. Pero bueno, zafa, pese a que el batitraje tiene pezones y raya en el trasero y encima se toman el trabajo de mostrarlo. Y entra Robin, que es medio malito y pesado pero bueno, qué le vamos a hacer, zafa. Tuvieron que llamar a Tommy Lee Jones para que haga de 2 Faces y a Jim Carrey para el papel de El Acertijo para que uno se enganchara un poco más. Y están bien, hay que reconocerlo, los dos. Jim Carrey es casi gracioso y Tommy Lee Jones está fantástico. Pero hasta ahí nomás. Ciudad Gótica era un colorinche horripilante y la cosa venía mal para el enmascarado en el cine.
¿Las cosas andaban mal, dije? Bueno, pero siempre pueden estar peor. Créanlo, o vean, o revean. Bueno, mejor no, no la vean ni la revean. Pero existe, y se llama Batman y Robin. La cuarta entrega. ¡De nuevo Joel Schummacher! ¿Por qué? ¿No vieron la anterior? Y Val Kilmer tuvo decencia (o vergüenza) y se bajó y entonces le encargaron el papel a... Mirá, si odiás por algún motivo a George Clooney y un día te lo cruzás y querés ofenderlo... decíle Batman. El sabe bien lo que es dar lástima por mucha mucha plata. Y ahí están Arnold Schwarzenegger y Alicia Silverstone y de nuevo Cris ODonnell haciendo de un insoportable Robin. Y la película es pésima. Apenas Uma Thruman zafa. Pero el resto es horrible.
Y entonces... cuando ya parecía que Batman estaba acabado en el cine... estrenaron Batman Inicia.
Y resulta que Batman Inicia es excelente. Esta vez se basaron en el guión original del cómic Batman Año Uno, le asignaron la dirección a Cristopher "Memento" Nolan - que de hecho lo quería llamar a Guy Pierce para hacer al hombre murciélago- y el tipo hizo las cosas muy, muy bien. La única falla que se le nota es Katie Holmes y su insufrible mueca, que es muy bonita pero empezaba a andar con Tom Cruise y se vé que tenía la cabeza en otro lado. El resto es para aplaudir de pie. Michael Caine haciendo del mayordomo Alfred, Gary Oldman, el siempre disfrutable Morgan Freeman, la reaparición después de mucho tiempo de Rutger Hauer, son todos aciertos. También la elección de Cillian Murphy (que habìa audicionado para hacer de Batman) para el espantapájaros y Liam Neeson, que cuanto más viejo mejor actúa, interpretando al mentor de este Batman que recién aprende, recién descubre sus miedos y sus debilidades. Batman Inicia es una película dura, humana y atrevida como el Bruce Wayne que interpreta maravillosamente Cristian Bale, el niño de “El imperio del Sol”. La acción es trepidante y la historia, bien argumentada. Da placer ver a Batman dando sus primeros tropiezos y golpes y apariciones por los techos de una Ciudad Gótica actualizada. Y una vez más el batimóvil es un monstruo rugiente que se lleva por delante lo que encuentre a su paso. Y como nunca, el superhéroe humano y no marciano ni picado por bichitos ni por experimentos radiactivos, Batman, se desliza por la pantalla como un fantasma, como un bicho peligroso y huidizo que siempre debió ser.
No estamos a salvo en el mundo, no. Pero por ahí, algún loco millonario cae del cielo nublado y faja a quien corresponde de una vez por todas.
Y eso es todo, por ahora. Durante este informe sonaron varias canciones de las bandas sonoras de todas las Batman. Ahora, del soundtrack de Batman Forever, en BNB escuchamos a Nick Cave... "There is a light".
Ahora Rafa nos proveyó de la traducción nuestra de cada sábado. El hablò sobre la intro del tema, y cuando terminò su breve narración, el tema empezó a sonar. Floyd, y su calidad habitual.
Pink Floyd, Coming back to life
¿Dónde estabas, cuando yo estaba quemado y roto?
Mientras los días se deslizaban, mirando desde mi ventana...
¿Y dónde estabas, cuando yo estaba herido y desesperanzado?
Porque las cosas que decís y las cosas que haces, me rodean.
Mientras vos te colgabas de las palabras de otro,
muriéndote por creer en lo que escuchabas.
Yo estaba mirando fijo, sumergido en el resplandesciente sol.
Perdido en pensamientos, y perdido en el tiempo
Mientras las semillas de la vida, y la semillas del cambio crecían
Afuera, en la lluvia, estaba oscuro y lento
Mientras yo me enredaba en este peligroso e irresistible pasatiempo
Agarré un martillo y me abrí paso a través de nuestro silencio.
Supe que el momento había llegado
para matar el pasado
Y volver a la vida.
Para el bloque de literatura, hicimos un pequeño texto de Marco Denevi, mechado con una cortinade Kusturica que iba a ritmo del texto casi premeditadamente.
Marco Denevi "La hormiga"
Un día las hormigas, pueblo progresista, inventan el vegetal artificial. Es una papilla fría y con sabor a hojalata. Pero al menos las releva de la necesidad de salir fuera de los hormigueros en procura de vegetales naturales. Así se salvan del fuego, del veneno, de las nubes insecticidas. Como el número de hormigas es una cifra que tiende constantemente a crecer, al cabo de un tiempo hay tantas hormigas bajo tierra que es preciso ampliar los hormigueros. Las galerías se expanden, se entrecruzan, terminan por confundirse en un solo Gran Hormiguero bajo la dirección de una sola Gran Hormiga. Por las dudas, las salidas al exterior son tapiadas a cal y canto. Se suceden las generaciones. Como nunca han franqueado los límites del gran hormiguero, incurren en el error de lógica de identificarlo con el Gran Universo. Pero cierta vez una hormiga se extravía por unos corredores en ruinas, distingue una luz lejana, unos destellos, se aproxima y descubre una boca de salida cuya clausura se ha desmoronado. Con el corazón palpitante, la hormiga sale a la superficie de la tierra. Ve una mañana. Ve un jardín. Ve tallos, hojas, yemas, brotes, pétalos, estambres, rocío. Ve una rosa amarilla. Todos sus instintos despiertan bruscamente. Se abalanza sobre las plantas y empieza a talar, a cortar y a comer. Se da un atracón. Después, relamiéndose, decide volver al Gran Hormiguero con la noticia. Busca a sus hermanas, trata de explicarles lo que ha visto, grita: "Arriba... luz... jardín... hojas... verde... flores..." Las demás hormigas no comprenden una sola palabra de aquel lenguaje delirante, creen que la hormiga ha enloquecido y la matan.
Y asì se nos fue la décima emisión de BNB. Rafael nos despidió a todos. Y nos fuimos con el tema ganador de la semana. PJ Harvey, “This is Love”
Buenas noches Bagdad - 6:46 a. m.
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